miércoles, 22 de junio de 2016

TURISMO COJITAMBO

COJITAMBO



Aproximadamente a 7 kilómetros de la capital provincial, ciudad de Azogues, se levanta altivo el histórico y hermoso cerro llamado Cojitambo. Su altitud sobre el nivel del mar se calcula en 3.076 m. Por sus características o forma, tiene la apariencia de un león dormido; fue venerado por los antepasados y hoy es admirado por nosotros y por quienes visitan nuestro cantón. Su alta cima ha sido bautizada con el nombre de Mirador Cañari, debido a que desde ella (cima) se puede apreciar un área de 30 km. más o menos por los cuatro puntos cardinales.

Aquí podemos encontrar un sitio denominado “Mazhojútcu” que significa cueva de murciélagos, se trata de una bóveda subterránea que avanza zigzagueante en una longitud desconocida. En su trayecto se encuentran pequeños departamentos, cuyas paredes contienen indescifrables grabados, como mensajes de nuestros antepasados.

Varias personas del lugar conocían de la existencia de ciertas construcciones y cimientos de piedra, ubicados en la parte posterior y cerca de la cima del Cojitambo. Fue necesario sin embargo, la apertura de una pequeña vía hasta cerca de la cumbre, para aumentar los hallazgos de muchos objetos de cerámica decorados con incisiones de figuras artísticas y otras de cobre y piedra.

El 15 de julio de 1984, luego de desbrozar arbustos y maleza, se halló una edificación como aposento, cuya construcción es totalmente de piedra; esta edificación tiene una sola entrada y 7 hornacinas pequeñas en sus paredes, similares a las que existen en la Chapanahuasi del cerro Guaguaizhumi de la provincia del Azuay. Las dimensiones son: 6.50 m. largo, 4.43 m. de ancho y su altura varía entre 2 y 3.30 m.

Las hornacinas casi iguales registran 0.38 por 0.47 m. y 0.54 de fondo. Este tipo de edificación también existe en los cerros totémicos de: Guaguaizhumi, Abuga, Buerán, Zhalao, Molobog, Zhin, Iñaguarte, Cunguapiti, Pachamama y otros; Se considera que estos puntos eran Chapanahuasi, es decir puestos de observación para custodiar y vigilar toda la zona, con la finalidad de preservar la paz y tranquilidad de la comarca.

Cerca de esta edificación se encontró lo que sería un aposento y corredor, aunque ya poco se aprecia de su estructura. Con una superficie de 90 por 120 m aparecen varios muros de piedra sin labrar, cubiertos de vegetación. Sin embargo, La Casa de La Cultura Benjamín Carrión, Núcleo del Cañar con la permanente colaboración económica y logística del Honorable Consejo provincial está realizando un formidable trabajo de recuperación, que desde ya, demuestra la valía inconmensurable del patrimonio histórico, arquitectónico y turístico que representa Cojitambo para la provincia y el país. Hoy, podemos admirar un verdadero Complejo en plena restauración como fiel demostración del trabajo antes señalado.



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